Evitar hongos comida

En muchas ocasiones encontramos esa capa blanquecina o verdosa con aspecto piloso cubriendo parte de algunos de los alimentos que tenemos en la nevera o en la despensa. Inmediatamente lo identificamos con hongos o moho y procedemos a desechar dichos productos.

Los hongos pueden desarrollarse en condiciones muy dispares, pero la gran mayoría de ellos tienen una característica común y es la presencia de agua. Necesitan unas cantidades mínimas de agua disponible en los alimentos, las cual es inferior a la que necesitan las bacterias. Esto quiere decir que si un alimento totalmente seco se conserva en condiciones de humedad y comienza a adquirir agua lo más probable es que lo primero que encontremos sean hongos. Un ejemplo claro lo tenemos en el pan de molde. Este es un alimento con muy poca cantidad de agua disponible, sin embargo, cuando ese producto está mal conservado, generalmente adquiere agua y le crece moho.

Relacionado con esta característica básica y común de todos los hongos encontramos el primer consejo para evitar que este desagradable no aparezca para estropear la comida. Se trata de evitar a toda costa que aquellos alimentos con muy bajo o casi inexistente contenido de agua cambien sus condiciones adquiriéndola del ambiente. Para ello no se deben almacenar los productos en lugares cercanos al suelo, al techo o directamente en contacto con las paredes. Han de evitarse las despensas en estancias colindantes con aseos y baños y lo más alejado posible del fregadero. Es importante también remplazar los envases originales por otros más herméticos una vez que se han abierto y no se ha consumido la totalidad del producto. El uso de fiambreras o de bolsas con cierre para guardar estos alimentos disminuye en gran medida la posible aparición de hongos.

 

Otro de los conceptos importantes que hay que destacar en la prevención de la aparición de hongos en alimentos es la propagación. Los hongos tienen un método de propagación muy eficaz que les permite colonizar rápidamente muchos sustratos. Los hongos se propagan por esporas que pueden permanecer en suspensión en el ambiente esperando caer sobre algún producto donde desarrollarse. Es por eso muy importante la desinfección concienzuda de las superficies de manipulación de los alimentos, de suelos, paredes y mobiliario. Igual de importante es que se seque cualquier resto de agua que pudiese quedar. Permitir que la limpieza con desinfectantes haga su efecto sin ventilar la estancia durante algunas horas favorecería que los olores generados desinfectasen el ambiente, ayudando a la prevención de la propagación de esporas. En aquellos casos que los que sea posible facilitar lugares de almacenaje de alimentos que no necesiten frío en lugares con luz natural (sin incidencia directa), como pueden ser armarios con puertas de cristal en cocinas y despensas que reciban luz natural.

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