Lavavajillas lleno

Ahorrar agua y energía es la ley que rige en algunas viviendas; ley que no se cansa de hacer cumplir su precepto: que ningún grifo se quede goteando, el agua se malgaste en el regadío de las plantas, el niño se ponga a jugar con la manguera abierta, o las luces y la tv se queden encendidas toda la noche. Sin embargo, en esta campaña por el ahorro en el hogar no siempre se toman las mejores y más ecológicas medidas.

Lavar los platos a mano es una tradición en cualquiera de nuestras viviendas. Antes de la aparición del lavavajillas e incluso, después de su invención, mucha gente sigue lavando sus utensilios de cocina usando una esponja y limpiándolos bajo el grifo abierto (los más ahorradores llena de agua el fregadero). Pero la ciencia no crea por gusto, una vez que nació el lavavajillas las cocinas fueron ataviadas con un nuevo equipo que, además de embellecerlas, son eficientes y sirven para ahorrar tiempo y trabajo humano. Entonces ¿por qué no usar el lavavajillas? ¿Porque gasta mucha agua potable y electricidad? ¡Error! Quédate con nosotros para ampliarte nuestra tesis.

Tips para ahorrar agua y energía con el lavavajillas

Un lavavajillas que se utilice de manera correcta es un electrodoméstico amigable con el medio ambiente. Aprende cómo sacarle provecho poniendo en práctica los siguientes consejos:

  1. Llena el lavavajillas. Si funciona a máxima capacidad estarás consumiendo menos tiempo, agua y electricidad que si lo ocupas hasta la mitad y vuelves a usarlo nuevamente para lavar el resto de los platos.
  2. El lavavajillas puede ser un electrodoméstico eficiente en materia energética si sabes cómo programarlo. Ten en cuenta el tiempo de duración que le darás ya que es posible que tus vasos, platos y cubertería no estén tan sucios y no requieran tanto tiempo de lavado, en este caso opta por usar programas cortos y de una temperatura no muy alta. Al fin y al cabo que el agua esté más o menos caliente no cambiará mucho el resultado.
  3. Antes de introducir la vajilla dentro del equipo cerciórate de haber eliminado todos los restos de comida. Si pones a funcionar el lavavajillas sin haber retirado bien la comida de tus recipientes el agua rápidamente se pondrá turbia y con grasa. Así tendrás que usar el equipo más de una vez y, por ende, consumirás más agua y electricidad
  4. Instala un lavavajillas lo más moderno posible o, al menos, uno de clase A (verde). En el etiquetado del equipo, antes de comprarlo, podrás comprobar si se trata de un electrodoméstico eficiente, responsable con el medio ambiente. Es probable que te cueste un poco más de dinero, pero piensa que lo que te estás gastando hoy te lo ahorrarás todos los días de tu vida mientras uses el electrodoméstico.
  5. Cuando quites la mesa y hayas retirado los desperdicios de los platos te recomendamos enjuagarlos previamente con agua. Eso sólo deberá ser durante algunos segundos, tiempo suficiente como para dejar en el agua un poco de grasa y suciedad, y así llevarlos al lavavajillas con menos desperdicios de alimentos. Al hacer esto también estarás evitando que los restos de alimentos se endurezcan y luego tengas que ampliar el tiempo de funcionamiento del electrodoméstico.
  6. Tu lavavajillas, así como los restantes dispositivos que funcionan con electricidad, necesita mantenimiento y limpieza. Te sugerimos limpiarle los filtros con regularidad y secar su interior cada vez que termines de usarlo. Eso optimiza el electrodoméstico y extiende su vida útil.

Para finalizar el artículo puntualizamos en la idea que nos movió desde el inicio: ¿cómo ahorrar agua y energía con el lavavajillas?

Te respondemos: usándolo diariamente pero de forma óptima.

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